São Tomé: the chocolate island awakens

Santo Tomé: la isla de chocolate despierta


Situada frente a la costa occidental de África, Santo Tomé y Príncipe es un lugar de tranquilo misterio: exuberante, volcánica y rica en biodiversidad. Antaño una isla deshabitada, se ha convertido en una joya oculta del mundo del cacao: donde confluyen tradición, naturaleza y posibilidades. Nosotros la llamamos "la isla del chocolate con un potencial sin explotar".

Así es como se desarrolla la historia de Santo Tomé y por qué es importante para el futuro del cacao fino

1. Una tierra nacida del fuego, la fertilidad y los bosques

El origen de Santo Tomé se remonta a los volcanes situados en las profundidades del Atlántico. Durante millones de años, el suelo, la lluvia y la ecología isleña se casaron para producir una de las tierras más fértiles del mundo.

Aunque la isla sólo tiene 850 km², alberga un asombroso número de especies que no se encuentran en ningún otro lugar de la Tierra. Sus exuberantes selvas tropicales, bosques nubosos y tierras altas volcánicas la convierten en un santuario de vida.

Es precisamente esta riqueza, unos suelos impregnados de minerales, una elevada humedad, una densa cubierta de sombra y una larga tradición de cultivos forestales, lo que confiere a Santo Tomé una ventaja natural para el cultivo del cacao en sistemas agroforestales.

2. Cacao por naturaleza: explotaciones a la sombra de la biodiversidad

En Santo Tomé, el cacao no está solo. Sus arboledas suelen estar entrelazadas con plátanos, café, árbol del pan, jackfruit, vainilla, coco y árboles autóctonos.

Este mosaico no sólo es bello, sino también funcional. La biodiversidad del entorno ayuda a estabilizar los microclimas, resistir las plagas y mejorar la complejidad del sabor del cacao.

Otra ventaja: la cadena postcosecha está más centralizada que en muchos países africanos. La fermentación se realiza a menudo en instalaciones centrales, lo que proporciona una mayor coherencia y control de calidad de las cosechas de los agricultores.

Sin embargo, los retos acechan. Las lluvias que caen en la isla casi todo el año dificultan el secado del cacao. La alta humedad puede dificultar los tiempos de secado, e incluso pequeñas interrupciones, una cubierta rota, lluvia extra, pueden cambiar el color del grano o los niveles de humedad.

El color, sin embargo, no siempre cuenta toda la historia: dos lotes procesados de forma idéntica pero fermentados durante periodos diferentes pueden tener un aspecto distinto pero ofrecer un sabor similar.

3. Un legado esculpido por el cacao

El cacao no llegó a Santo Tomé por casualidad. A principios del siglo XIX, cuando las enfermedades asolaron las plantaciones de cacao de Brasil, los portugueses transportaron plántulas a las islas. A finales del siglo XIX, Santo Tomé se había convertido en uno de los principales exportadores de cacao del mundo.

Estas plantaciones, llamadas roças, eran extensas fincas, ecosistemas enteros con viviendas, casas de procesamiento, escuelas e incluso líneas de ferrocarril de vía estrecha para trasladar las habas. Por desgracia, el sistema de plantaciones se basaba en el trabajo forzado y la explotación. Incluso después de la abolición formal, el trabajo injusto continuó hasta bien entrado el siglo XX.

Después de la independencia en 1975, la producción de cacao de Santo Tomé se desplomó. Las parcelas se fragmentaron, los expertos se marcharon y el modelo de plantación se vino abajo. Hoy, muchas roças están en ruinas o han sido reutilizadas. Pero el cacao sigue siendo fundamental. Cultivado en su mayor parte por pequeños agricultores en agroforestas de traspatio, sigue representando más de la mitad de las exportaciones agrícolas del país.

En muchas comunidades, el cacao es más que un ingreso, es su identidad.

4. Resurgir de las raíces, cooperativas e innovación

El renacimiento está en marcha, y las cooperativas están en el centro del mismo.

Una de las más destacadas es CECAQ-11, fundada en 2008. Lo que empezó con 221 agricultores en 11 asociaciones iniciales ha crecido hasta más de 1.178 productores en 21 cooperativas. Más del 40% de los miembros son mujeres. Gestionan casi 2.000 hectáreas de cacao.

En 2025, CECAQ-11 planea lanzar su propio laboratorio de microchocolate. ¿Su objetivo? Aportar valor a las fases posteriores, profundizar en el control de calidad y permitir a los agricultores saborear el fruto de su propio trabajo.

Otro actor es MLM (Matô Muío/Matô Sonhôto), una iniciativa privada que construye infraestructuras de poscosecha en instalaciones de procesamiento anteriormente descuidadas. MLM ayuda a unos 200 pequeños agricultores y se centra en la trazabilidad, la calidad y las prácticas modernas.

Sus muestras iniciales son prometedoras: lotes de alubias con perfiles afrutados, acidez y mayor consistencia.

5. Retos y oportunidades, ¿qué se necesita?

El renacimiento de Santo Tomé no está garantizado. Entre los principales obstáculos figuran:

- Limitaciones meteorológicas y de secado: el exceso de lluvia, la humedad fluctuante y la limitada infraestructura de secado hacen que la producción constante sea una apuesta arriesgada.
- Acceso a financiación, formación y capacitación: ayudar a los pequeños agricultores a cumplir las normas de calidad, trazabilidad y conformidad exige inversión.
- Trabajo y cambios demográficos: muchos jóvenes abandonan las islas en busca de educación o trabajo en el extranjero, lo que debilita la capacidad local.
- Acceso al mercado y riesgo: para competir en todo el mundo, el cacao de Santo Tomé debe demostrar su exclusividad, calidad y sostenibilidad, al tiempo que se enfrenta a crecientes presiones normativas (e.gnormas de deforestación de la UE, normas ecológicas).

Sin embargo, donde hay retos, florecen oportunidades. Santo Tomé las ofrece:

- Un perfil naturalmente "orgánico por defecto" debido al bajo uso de productos químicos y a los sistemas forestales
- Un terroir distinto enraizado en suelos volcánicos y microclimas isleños
- Un sentimiento creciente entre los agricultores de entender, y participar en el propio proceso de elaboración del chocolate
- Una narrativa de resurgimiento, un lugar que una vez fue central en la historia del cacao y que ahora trabaja para reclamar un legado nuevo y equitativo

6. El cacao es un producto de gran valor ecológico. Saborea el futuro: del grano al chocolate

El viaje del cacao de Santo Tomé, que conecta la granja con el bar, ilustra lo que les espera a las regiones de origen de todo el mundo en un mapa cambiante del chocolate. Las islas no son sólo una reliquia del pasado del cacao, sino que pueden ser su futuro si se cultivan con creatividad, equidad y visión de futuro.

Por eso, si alguna vez tiene la oportunidad de probar Cantagalo Orgánico de CECAQ-11 o una tableta elaborada con granos de MLM, sepa que lleva algo más que sabor: lleva la historia de una isla volcánica que despierta de las sombras, esforzándose por convertir el potencial en excelencia.